miércoles, 14 de abril de 2021

Queremos entornos escolares más seguros

Recicleta Ribera se moviliza por unos entornos escolares más seguros. Y cómo no lo hacemos basándonos en nuestros gustos o caprichos, sino en datos objetivos, os mostramos el estudio de campo que hicimos, con un grupo de voluntarios de la asociación, el pasado mes de diciembre, en la calle Gayarre, una de las más complicadas en horario de entrada y salida de los colegios Elvira -España y Compañía de María, pero que fuera de estos horarios, apenas tiene tráfico.


ESTUDIO DE CAMPO DEL TRÁFICO RODADO EN LA  CALLE GAYARRE  


INTRODUCCIÓN

El objeto de este informe es el de mostrar la incidencia del tráfico rodado en la calle Gayarre analizando los datos recogidos a lo largo de 6 jornadas, en diferentes tramos horarios, para lograr una visión objetiva del tráfico que soporta esa zona.




DESARROLLO


Los datos han sido recogidos por varios voluntarios de la asociación “Recicleta Ribera” en tramos de 10 minutos, en diversas franjas horarias, de lunes a sábado. Concretamente entre el 14 y el 19 de diciembre de 2020. El conteo de vehículos se realizó teniendo en cuenta el acceso principal de la calle Gayarre, desde Díaz Bravo y el de la calle Regacho, ya que desde ambos confluyen en los colegios Compañía de María y Elvira España.

Se ha tenido en cuenta para la muestra todo tipo de vehículos que pasaban: bicicletas, patinetes, motocicletas, coches y furgonetas. También se tuvo en cuenta cualquier otra variedad de transporte que pudiera pasar tal y como pudieran ser ambulancias, furgones policiales, vehículos de la brigada, etc. cuyo tránsito por esta vía ha sido totalmente residual (0,6%).


El 77,8% del total de los medios de transporten que circulan por esta vía a lo largo de la semana son turismos. El 11,3% son furgonetas, el 4,7% motos, el 3% bicis y el 1,9% patinetes.


Ese 77,8% suponen un total de 570 vehículos, de los cuales, el 63% usan la calle Gayarre en el horario de salida y entrada de los colegios de la zona provocando una alta concentración de coches y una alta concentración de menores en un espacio de tiempo muy reducido.

En algunas jornadas se duplica e incluso se triplica el número de coches que pasan en esos momentos puntuales, con los de otros momentos del día como pueden ser la media mañana o la media tarde.






El porcentaje de vehículos que utilizan la calle Gayarre disminuye radicalmente cuando no hay clases, es decir, en sábado. Con lo cual podemos deducir que en esos horarios la mayoría de coches que pasan por ahí, lo hacen exclusivamente para dejar o a recoger niños de esos colegios.






El siguiente tramo de más tráfico de coches es el de las 20h. (que se lleva el 16% del tráfico de turismos). Horario que coincide con el ocio hostelero que se concentra en las calles cercanas y que no preocupan ya que, ni es excesivo, ni es coincidente con las entradas y salidas a las clases que es lo que realmente preocupa por el obvio peligro de juntar mucho tráfico rodado con gran afluencia infantil.





CONCLUSIÓN


Desde “Recicleta Ribera” creemos que los entornos escolares deberían estar libres de coches para permitir que los niños disfruten con total seguridad de su camino de ida y vuelta al colegio.

La situación y peculiaridad de la calle Gayarre supone un embudo de vehículos en momentos en el que los niños entran y salen del colegio con el consecuente peligro que se ocasiona por masificación de vehículos, maniobras indebidas, aparcamientos ilegales, zonas sin visibilidad…

Estos datos avalan la alta concentración de coches en momentos en los que los niños deberían sentirse más seguros por ello proponemos el cierre al tráfico motorizado de esta calle evitando peligros innecesarios a toda la comunidad educativa.

Muchos niños son acompañados por sus padres al colegio no porque sean demasiado pequeños para ir solos, sino por el peligro que supone llegar hasta el centro. Si se cierra al tráfico, estos niños podrían acudir por ellos mismos, consiguiendo una autonomía esencial en su desarrollo como personas. Una autonomía que también ganarían los niños que deben acudir en coche por vivir lejos.

El coche los dejaría en una zona algo más alejada y ellos podrían acudir andando o en bici hasta el colegio, ya que ya no habría peligro alguno. Una segunda ventaja para ellos sería la de activarse antes de entrar a las clases que, viniendo directamente en coche no consiguen.

Además, sería innecesario el uso de efectivos de la policía municipal para asegurar la entrada y la salida de los escolares pudiendo desarrollar otras laboras.

Y, por último, se mejorarían los niveles de contaminación en la zona justo en el momento de más afluencia de peatones.


VÍDEO DE LA CAMPAÑA










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